Las palabras son poderosas. Tienen el poder de dañar y el poder de sanar. Todas podemos pensar en palabras que nos dijeron hace años, que aún se nos quedan grabadas y que han marcado nuestras vidas de una forma u otra. Nuestras palabras influyen en todas nuestras relaciones. Las Escrituras nos recuerdan que del corazón habla la boca, por lo que es vital que echemos un vistazo profundo y honesto a lo que ocurre en nuestro corazón para entender la naturaleza de nuestro discurso.
En este estudio, exploramos el poder de las palabras, las tentaciones a las que nos enfrentamos, los ídolos que corrompen nuestra forma de hablar y las tendencias conversacionales que dañan nuestras relaciones. Este estudio también nos ofrece un esquema bíblico para hablar de forma redentora y vivificante, y nos ayuda a utilizar nuestras palabras para hablar tanto con la verdad y con amor de forma que se establezca la verdadera paz.
En este estudio, exploramos el poder de las palabras, las tentaciones a las que nos enfrentamos, los ídolos que corrompen nuestra forma de hablar y las tendencias conversacionales que dañan nuestras relaciones. Este estudio también nos ofrece un esquema bíblico para hablar de forma redentora y vivificante, y nos ayuda a utilizar nuestras palabras para hablar tanto con la verdad y con amor de forma que se establezca la verdadera paz.
Esta es la guía para la facilitadora que acompaña al estudio de las palabras de una mujer. Por favor, póngase en contacto con [email protected] para obtener más información sobre los recursos para líderes.